22/5/10

Sordera. Simplemente otra injusticia.

M.K es una madre de Abugida. Ella tenia problemas de sordera, de hecho se creía sorda en una población de mas de 250000 habitantes con esa condición.
Por supuesto M.K nunca había ido al medico. Su condición de mujer humilde le privaba de ello, y posiblemente aunque hubiese podido  acudir  a su centro de salud allí no le hubiesen solucionado nada.
Su sordera le limitaba su vida diaria, sus posibilidades de trabajar. Si siendo sano la vida es muy dificil en Etiopía, con una discapacidad sobrevivir se convierte en una  ardua tarea.
La consulta de M.K por su sordera  nos llego cuando estábamos en Abugida chequeando a los bebes.
Así que le miramos los oidos a M.K. ¿Y que vimos? dos tapones gigantes de cera , dos auténticos tapones matusalenes que llevaban ahí tiempo inmemorable y que le hacían creer a ella que no podría oír nunca mas-

Con una jeringa de 20 cc y agua caliente, su sordera se soluciono.

Esto lleva a la reflexión de como hasta un problema nimio puede convertirse en un problema muy importante en el Tercer Mundo, en Etiopía, donde un gran  porcentaje de la población no  tiene acceso a los servicios sanitarios por carecer de medios para pagar la simple tarjeta de acceso al centro de salud, o la medicación.
En Etiopía, por ejemplo, un tercio de las familias que pagan por tratamientos médicos se ven  obligadas a sacrificar otros gastos básicos y esenciales como comida o educación

 Etiopía es el país donde los bebes y niños tienen menor acceso a la atención sanitaria básica. Allí sólo existe un médico por cada 33.000 habitantes.
Y aunque se han logrado avances en el acceso a la medicación antirretroviral en pacientes con VIH, alcanzando a mas población y empezando la medicación con un nivel mayor de CD4 que antes; y aunque se están logrando mucho mejores  índices de vacunación , todavía quedaran personas  como M.K, condenadas a una sordera permanente que no tienen, y con un remedio bien fácil.