14/9/11

¿Qué se puede adquirir por 24 euros al mes?

¿Qué se puede adquirir por 24 euros al mes, menos de 1 euro al día? Un libro o una película o un pequeño capricho, una salida al cine con un amigo… Y también un verdadero alivio y una esperanza para una familia en Addis Abeba que con esos 24 euros al mes pasa de vivir en una pobreza inimaginable para nosotros a poder enviar a sus niños a la escuela en vez de a la calle a mendigar.
Mediterránea, ONG fundada en 1999 en Mallorca con el objetivo de llevar a cabo programas médicos y sociales en los países más desfavorecidos, principalmente en Etiopía, hasta finales del 2009 fue reacia a organizar un programa de apadrinamiento en la convicción de que el dinero de sus socios era mejor invertirlo en programas que beneficiaran no a un niño concreto y a su familia sino a todos los niños –y por tanto a todas las familias– en situación de necesidad. En las escuelas con las que Mediterránea trabaja, por ejemplo, son admitidos los niños de las familias más desfavorecidas de Akaki kaliti, la subcity mas pobre de Addis Abeba, una de las ciudades más pobres del mundo. En estas escuelas Mediterránea es responsable no solo de la educación y cuidado y atención médica de los niños sino también de ofrecerles tres comidas al día para que puedan desarrollarse sanos. Pero Mediterránea fue descubriendo que entre los más pobres también hay grados y que algunos niños y sus familias en situaciones especialmente desesperadas necesitan algo más para seguir sobreviviendo juntos, para que sus madres solas o viudas, o si son huérfanos de padre y madre sus tías o sus abuelas no vean como la menos mala la trágica opción de renunciar a ellos y que los niños acaben trabajando en condiciones de esclavitud o entregados a orfanatos para ser destinados a la adopción internacional aun teniendo su propia familia que les quiere. Eso es lo que nos pide la ONG Mediterránea, que consideremos la posibilidad de apadrinar a uno de estos niños para que tenga un presente y un futuro en su familia y en su entorno.
24 euros para una familia etíope es un sueldo muy modesto, la diferencia entre la pobreza más absoluta y tener qué comer. Los niños apadrinados no los elige la ONG sino la escuela , que conoce muy bien la situación de los niños y sus familias. Muchos de los niños apadrinados son huérfanos a cargo de una abuela anciana que no puede alimentarse ni a sí misma o incluso de un hermano o hermana mayor, otros niños viven con su padre o su madre viudos y enfermos de sida, quienes bien alimentados pueden resistir el tratamiento médico y tener una mejor calidad y esperanza de vida, otros niños son ellos mismos seropositivos… Cada caso es un drama. Una vez que los niños han sido elegidos por la escuela como candidatos al programa de apadrinamiento Mediterránea comprueba su situación in situ y posteriormente realiza seguimientos periódicos y visita sus casas para comprobar que de verdad siguen necesitando esta ayuda y que el dinero sirve para mejorar sus vidas.
¿De qué puedo prescindir para poder apadrinar a un niño o niña y a su familia por 24 euros al mes? Algunos apadrinadores se plantean esta pregunta. Emma, por ejemplo, en su blog África en el mundo cuenta que calculó que quitándose el pequeño lujo de tomar su café matutino en una cafetería podía permitirse el gran lujo de apadrinar, de regalar esperanza a una familia. Desde entonces, según ella, ese café que ahora se toma en casa en vez de en una cafetería le sabe mejor que nunca.
Varias veces al año los apadrinadores reciben noticias de los niños apadrinados y de sus familias, también fotos y dibujos de los niños y si lo desean pueden escribirles cartas o incluso visitarles si viajan a Addis Abeba: “Recibir la foto de un niño apadrinado me parecía al principio algo frívolo, lo confieso, pero en cuanto vi la de mis ‘ahijados’ etíopes me emocioné, sentí que era necesario ese vínculo. Y sentí una gran responsabilidad para con esos niños. […] Se trata de justicia social”, comenta Emma. Sandra, que también se decidió a apadrinar, escribe un comentario en el blog de Mediterránea (http://mediterraneaong.blogspot.com): “He tenido la suerte de conocer en persona a mi ahijado y a su abuela y ahora los dos tienen un sitio en la estantería de mi salón, junto a las fotos de mis seres más queridos, y en mi corazón.” Como ellas, otros apadrinadores sienten que este vínculo, esta responsabilidad, ha ampliado su mundo y les proporciona una gran satisfacción. Cada apadrinador vive o expresa su motivación de un modo diferente. Stefanie, por ejemplo, conoció durante un viaje a Addis Abeba a una de esas madres desesperadas, viuda y enferma de sida, y también escribió sus pensamientos en el blog de Mediterránea: “Yo tengo la suerte de que, si me pasara algo, no dejaría a mi hija indefensa. Y solo quiero que esos padres sepan que en su caso será igual.”
Quienes decidan darse el lujo de apadrinar pueden ponerse en contacto con Victoria, encargada de los programas de Mediterránea en Etiopía . escribiendo a mediterránea.ong @gmail.com. Aquellos a quienes asuste el compromiso con una familia concreta quizás prefieran simplemente hacerse socios de Mediterránea. En cualquier caso y de un modo u otro su dinero llegará íntegramente a los más necesitados, puesto que Mediterránea es una ONG sin gastos en sedes o empleados, quienes trabajan en ella lo hacen como voluntarios.

Lurdes Escario.