11/8/11

LA FELICIDAD TIENE ROSTRO


Y es el de Dagem, cuando lo conocimos no reaccionaba a nada ; y no podía ni levantar la cabeza.
Y ahora es un niño muy feliz.
Le brilla la mirada, le brilla la piel.
Ojala que en la selección del curso que viene se presenten mas niños como Dagem.