La mayoría de los niños que
vive en orfanatos son hijos de padres que no tienen los medios para
cuidarlos y brindarles lo que necesitan.
Y no hablamos de los "orfanatos" creados única y exclusivamente para la adopción internacional, donde van a parar muchos niños con familia, porque eso no son instituciones, sino meros lugares de transito.
Hablamos de instituciones bien intencionadas por lo general, pero cuyos niños acaban creciendo dentro cuando tienen familia fuera. Hablamos de pobreza como causa de institucionalización de los niños.
Se ha establecido que por lo menos cuatro de cada cinco “huérfanos” tienen uno o ambos padres que no pueden cuidar de ellos. Y si no tienen padres, tienen abuelos o familia extensa.
La organización de caridad Save the Children publicó un informe en el que demuestra que las cifras en algunos lugares son del 90 por ciento en Ghana, 95 por ciento en Indonesia y un increíble 98 por ciento en Europa Central y del Este. La principal razón que está causando la “orfandad” de tantos niños es la pobreza.
“Desgraciadamente,muchas familias desesperadas sienten que no tienen otra opción que llevar a su hijo a un orfanato para asegurarse de que reciban alimentos, ropa y educación. En muchos países, posiblemente la única forma de educación gratuita disponible para la comunidad es el orfanato. Lo trágico es que, con frecuencia, los niños que llegan al orfanato son separados permanentemente de sus familias.”
Mientras algunos padres entregan a sus hijos en la confianza de que es la única forma de darles una vida mejor, la verdad es otra. Los niños en instituciones son mucho más vulnerables al abuso, el abandono, la explotación y el daño psicológico. Save the Children informa que niños que crecieron en orfanatos son más susceptibles a sufrir problemas en su desarrollo, en su comportamiento y, además, tienen un coeficiente intelectual menor que aquellos que crecieron en su casa o con padres adoptivos. Especialmente los niños menores de tres años sufren daños permanentes, tanto físicos como mentales.
Save the Children se esfuerza por desmentir la convicción de que el orfanato es la respuesta para las familias que luchan para criar a sus hijos. A tal efecto, intenta persuadir a los Gobiernos y a los donantes para que dediquen recursos en proyectos que apoyen a las familias.
“Sabemos que el costo de manejar instituciones es diez veces mayor que el que significaría apoyar al niño en el seno de su familia, otorgándole acceso a la salud, la educación, el cuidado infantil y la ayuda a la supervivencia.”
En algunos países, los orfanatos se han convertido en un buen negocio, señala Louise Melville-Fulford, lo que ha llevado a que su número haya aumentado dramáticamente en los últimos años, especialmente en África y Asia.
“Frecuentemente, los orfanatos son vistos como una muy fácil solución y tienden a atraer mucha ayuda económica, por lo que muchos individuos inescrupulosos sacan provecho de ello, quedándose con las donaciones en lugar de invertirlas en el cuidado de los niños. En el peor de los casos, los niños son secuestrados en orfanatos ya que muchas veces las donaciones están condicionadas al número de niños dentro de la institución. Es decir, mientras más niños, más dinero se recibe. Después, en ocasiones los niños son expulsados de la institución.”
¿Cual es la ayuda adecuada entonces ?
Save the Children sostiene que, si se les proporciona la ayuda adecuada, incluso las familias más pobres son perfectamente capaces de cuidar de sus hijos. Pero eso es urgente hacer un llamado a los Gobiernos, donantes y quienes trabajan en orfanatos a que dirijan sus esfuerzos a que se otorgue esa ayuda.
Es perverso que un niño con familia este institucionalizado.
Por nuestra humilde experiencia pensamos que la mejor solución es una buena escuela, donde los niños sean felices en un entorno seguro y estimulante. Donde puedan comer 3 veces al día. Donde al menos se garantice su supervivencia hasta los 5 años, ya que de los 0 a los 5 años es el periodo mas vulnerable en la vida de un niño/a.
Esto que parece tan sencillo, es un modelo muy poco extendido. No entendemos porqué. Nos atreveríamos a decir que hay mas orfanatos que escuelas de este tipo.
Porque nada ni nadie puede sustituir el
calor, la intimidad y la relación continuada y sostenedora de la
familia.
La inmensa parte de los niños de la escuela Abugida ( por poner un ej) tendrian que estar en instituciones por motivo pobreza. Pero su vida en cambio es muy diferente: acuden a la escuela o guardería donde comen , juegan y aprenden con profesores felices, donde no hay castigo físico y donde por la tarde sus familias vienen a buscarlos para llevárselos a sus hogares... Tenerlos allí es también darles la oportunidad de que sigan teniendo a sus hijos a tantas madres solas. Y padres solos, que también los hay.
Ningún niño quiere crecer institucionalizado, apartado del mundo real.
Y acabemos con el mito de que un niño del Tercer Mundo es feliz con poco, esto es solo una buena excusa para darle poco.