Es difícil ser voluntario a largo plazo, trabajando desde aquí.
Difícil porque exige responsabilidad , dedicación de muchas horas.
Y nada a cambio mas que la satisfacción personal de trabajar en algo que gusta consiguiendo algo bueno y también como no disgustos , porque las cosas no salen como se han planeado, porque no podemos hacer nada en la parte que nosotros no controlamos.
En lo que si llevamos nos rompemos los cuernos para que funcione, pero siempre hay un riesgo en todo lo que hacemos; y si no solo hace falta recordar el tema de los ciegos y Abugida. Tantos meses de preparación y luego nada, según las autoridades no hay ningún niño siquiera con baja visión en todo Akaki Kaliti ( mas de 200000 habitantes) . No se lo creen ni ellos, lo han hecho por oscuros intereses o por venganza al no poder controlar o manejar el programa ( o la cuenta bancaria) a su antojo.
Menos mal que pudimos reciclarnos en la Sebeta y al final sinceramente creemos que ha sido para mejor, pero eso no quita que seamos nosotros el puente entre los de allí y los de aquí, y eso de hacer de puente es a veces complejo porque te cae todo encima.
Y siendo voluntario en el Tercer Mundo siempre hay un riesgo, un riesgo de que las cosas no sean como creemos, que los del país cambien las circunstancias, que se carguen algo planeado y trabajado durante meses.
Nos encanta que hayan voluntarios de Mediterránea en Etiopía y en Ghana. Son nuestros ojos ( porque pedimos que nos cuenten lo que ven, que nos critiquen constructivamente) y porque llevan cabo en la mayoría de los casos una encomiable labor altruista.
Por suerte podemos decir que hasta ahora y salvo excepciones, nuestros voluntarios y voluntarias han dejado muy alto el pabellón de Mediterránea .
Algunos y algunas son permanentemente recordados por las gentes de Abugida y de Akaki.
En cambio las contadas excepciones dolieron. Dolieron porque nos engañaron, en concreto cinco personas, que se hicieron pasar por socios ( condición para ser voluntario de Mediterránea) rellenando hojas con datos inconcretos o no enviándolas nunca, dándonos cuenta nosotros después del engaño.
Y curiosamente, son los que peor lo hicieron . Son los que fueron por causas equivocadas, unos usándonos como excusa para viajar por otros motivos, otros para vivir su aventurita personal.
Son los que no tuvieron capacidad de adaptarse a tierras y caracteres diferentes.
Los que creen que se lo vamos a dar todo machacado y que todo va a funcionar según su programa personal deseado o imaginario.
Pues no, nada funciona según el programa particular de cada uno/a, ni siquiera muchas veces según el programa general. Hace falta creatividad, fuerza, ganas de amoldarse y RESOLVER.
Resolver, esa gran palabra tomada de la cubania y que significa salir adelante en cualquier situación que se presente, en definitiva improvisar para conseguir. Lo que la mayoría de voluntarios/as han hecho muy bien.
Pero si no se tiene claro esto existen los programas de viajes "solidarios", donde no hay compromiso emocional ni esfuerzo; y donde la foto con el niño de turno esta garantizada en una de las paradas del viaje.