TIEMPO DE LECTURA
Hola a todos! Los bombones de Abugida queremos volver a enseñaros algo de nuestro mágico oasis en Etiopía. Esta vez venimos con mucho cuento! Y es que os vamos a hablar de que tenemos un montón de libros infantiles. Uno de
los animales, otro de Pocoyó, otro de una mamá que busca a su bebé, otros de formas, de colores, de números...
En realidad nosotros no habíamos visto un cuento en nuestra vida. Los hemos descubierto ahora que las dos seños descoloridas han venido a poner en marcha nuestra guarde. Ellas trajeron de su país un montonazo de libros para
bebés, casi todos de plástico o de tela para que no pesaran y así poder meter más cosas en esas maletas que trajeron llenas de regalos para nosotros. Y estamos disfrutándolos muchísimo! Cuánto nos gustan!
Todos los días tenemos un ratito de lectura. Bueno, en realidad leer, lo que se dice leer... nosotros no leemos. Eso vamos a aprenderlo bien prontito, gracias a que Mediterránea nos ha dado plaza en esta escuela. A los 4 años
empezarán a enseñarnos las letras en el alfabeto amhárico y en el inglés. Y enseguida aprenderemos, porque desde chiquitos nos están enseñando un montón de cosas y tenemos las cabecitas preparadas, listas, ya!.
A mi amigo Amen , el más gordito del cole, le encantan los de Pocoyo. Mi amigo es seriote. Quizás porque las cosas en casa son difíciles. Su papá abandonó a su mamá cuando él nació. Así que viven con el abuelo (su abuelita también murió), que no tiene trabajo. Y con su tita que esta enferma. Así que Amen disfruta cuando coge su libro favorito porque deja de pensar en cosas de mayores por un rato. Sólo ve los dibujos e imagina historias maravillosas.
A mí me encanta ese que al final tiene un espejo. El primer día me pegué un susto de muerte cuando vi moverse a un niño en la última página. Todo parece posible en el mundo de los blancos! Y ahora me muero de risa cuando me veo
Anda que no soy guapo! Y luego voy pegando mi cara a todas las páginas a ver si consigo encontrarme más veces.
Las seños blancas también han enseñado a las cuidadoras a contarnos los cuentos con entusiasmo y alegría. Ahora nos dicen los nombres de los animales que salen en cada página, todos imitamos los sonidos que hacen, señalamos
los dibujos... ¡nos lo pasamos en grande viéndolos juntos! Tengo un montón de ganas de ser mayor y saber leer.